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Un bombillo se escoge muchas veces por tres simples razones: ver mejor, decorar el lugar y evitar accidentes, pero a veces no nos detenemos a pensar si a las personas con las que compartimos nuestro hogar les importe el tono del bombillo que llevamos.

Puede ser posible que ese bombillo está cansando nuestra vista, está provocando un cambio de humor extraño ¿Será que esta luz artificial pueda afectar a los que nos rodean? Incluso a nosotros mismos?

El ir y venir de la semana nos deja completamente agotados, deseando que el día acabe y podamos llegar a casa, descansar un poco, relajarnos, tomar un café, leer un buen libro o disfrutar nuestra serie favorita junto a nuestros seres queridos. Posiblemente algo nos aqueja y no sabemos qué es, no es el calor ni el asiento en el que estamos, de pronto nos detenemos a pensar cuál es la razón de esa incomodidad, si todo fue preparado de la forma más perfecta.

La razón de tu enojo puede ser el bombillo que escogiste la semana pasada para tu sala de descanso, que hoy pinta luz de día lluvioso.

Estudios han confirmado que tanto la luz natural como la artificial afectan nuestro estado de ánimo según su color, temperatura e incluso su intensidad de manera que afectan la producción de la serotonina en nuestro cuerpo.

La serotonina emite señales a nuestros nervios, expertos la consideran responsable de mantener en equilibrio nuestro estado de ánimo, por lo que se le considera como un neurotransmisor.

¡La serotonina es la responsable de todo, no el bombillo!

A falta de serotonina podemos ser conducidos a un estado de depresión, por ejemplo si sos una persona que ama el sol, los días de verano los espera con ansias y cree que la época va a llegar justo en el momento que la esperabas, salís y descubrís que las nubes han coloreado de gris tu paisaje, los días pasan y el sol sigue sin aparecer, entonces empezás a atravesar un estado de melancolía.

Esto sucede porque tu cuerpo no recibe la iluminación que desea, se reduce la serotonina y te provoca un bajón de ánimo, en cambio cuando nos exponemos a niveles altos de serotonina todo se torna más positivo.

Es obvio que no podremos controlar la luz de afuera pero, sí podemos crear el ambiente perfecto con la iluminación que nos permita realizar nuestras actividades de manera positiva.

Los siguientes consejos te pueden servir para acondicionar tu sitio perfecto para descansar al finalizar el día atareado, empecemos por lo básico y fundamental: necesitás luz natural, es importante que en ese sitio diseñado para la tranquilidad existe una ventana o al menos un tragaluz que permite el paso de la luz natural.

Si el lugar es completamente cerrado, es importante que pensés ¿para qué necesitás este espacio? Tu respuesta te va a ayudar a escoger el tipo de iluminación e intensidad necesaria para elevar el positivismo en tu entorno.

¡Ojo con la intensidad, el exceso de brillo puede provocar que sintás incomodidad y ansiedad!

Si aún sentís las dudas de que está afectando tu momento de descanso y has considerado que el único culpable es ese bombillo odioso que compraste la semana pasada, podés contactarnos en nuestro sitio para brindarte la mejor asesoría sobre la iluminación de tu hogar.


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